Prometí que vería la vida con otros ojos, que disfrutaría cada segundo que pasara aquí. Prometí no pensar en el pasado y no volver a cometer los mismos errores. Prometí demasiadas cosas y ninguna se ha cumplido...
Después de haberme cambiado de residencia por problemas de convicencia, me encuentro en otro sitio, otro lugar, ¿otra vida?. Tienes sus ventajas, como una habitación 3 veces mayor y sus inconvenientes, una cocina enorme en la que rebosa la porquería y las botellas de alcohol. El frigorífico es tamaño bolsillo y lo único que he podido meter ha sido el bote de la mayonesa, a presión, y un paquete de jamón de York. (incríble pero cierto).
Las otras inquilinas son 6 chicas, sólo me acuerdo de un nombre y ahora mismo no estoy segura de conocerlas a todas...
¿Por qué nadie me dijo que ésto sería tan duro? ¿Por qué yo era de las pocas que venían contentas, con ganas de comerse el mundo, y ahora soy la que peor lo está pasando? ¿Por qué no te explican en las reuniones Erasmus que aquí nadie te ayuda y que la soledad que sientes se multiplica por 1000? Intento animarme, intento no oir las voces ni los portazos del otro lado de la puerta, intento relacionarme pero...lo único que quiero es llorar, encontrar un lugar tranquilo y descansar. Poder llegar a casa después de las clases y desconectar de todo. Parece ser que pido demasiado porque la bienvenido que me dieron en el piso poco mas y decía "bienvenida al piso de las fiestas, el jueves vams a dar una" ¿cuándo se supone q duerme aquí la gente? o mejor dicho, ¿cuándo estudia?
No hay comentarios:
Publicar un comentario